Por regla general la pechuga es la parte del ave que tiene menos sabor. Por eso nos debemos esmerar en el adobo que preparemos para mejorarla y hacerla resaltar. La naranja y el jengibre es una buena combinación para conseguir este objetivo.
Ingredientes:
1 pechuga grande
Sal y pimienta al gusto
3 dientes de ajo
1 cebolla cabezona
1 pimentón rojo
1 cucharadita de salsa de soja
1 cucharadita de jengibre rallado
1 cucharadita de ralladura de naranja
1 cucharadita de fécula de maíz
1 cucharada de azúcar moreno
Zumo de 2 naranjas
3 cucharadas de aceite de oliva
En una sartén grande calentamos el aceite de oliva y sellamos la pechuga por ambos lados hasta que esté dorada.
La retiramos y en la misma sartén sofreímos la cebolla cortada en brunoise, el jengibre y el pimentón rallados sin piel.
Cuando las verduras estén blandas, agregamos la ralladura de naranja, el azúcar moreno y la cucharada de fécula de maíz disuelta en el zumo de naranja. Removemos para que no se formen grumos.
Podemos servir esta pechuga al almuerzo o la cena, acompañada de papas, arroz o cuscús y la ensalada de preferencia. Para el postre recomiendo una panacota.
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